Nos parece de suma importancia la relación que tenemos con nuestro cuerpo, tanto en su dimensión física, emocional, sexual, espiritual y social; como también con las personas que nos rodean y sus cuerpos en todas sus dimensiones.
Para lograr una óptima salud sexual, se necesita difusión y conocimiento entre la ciudadanía de la importancia del hecho sexual humano, las identidades sexuales y orientaciones del deseo sexual. La ignorancia en materia de salud sexual es, hoy en día, extensible a la mayoría de la población.
La violencia contra la mujer abarca numerosas formas: violencia física, violencia psicológica, violencia sexual, violencia económica y otras violencias invisibles; pues se manifiestan de forma muy sutil en numerosos comportamientos de nuestro día a día.
Tener en cuenta la salud sexual significa aprender a manejar tanto el cuerpo como las emociones que resaltan las sensaciones y, lo cierto, es que tenemos analfabetismo emocional, carecemos de una educación sexual que incida en el manejo de la construcción de las identidades que son las que significan el cuerpo y lo que hacemos con el mismo.
Declaración suscrita por los participantes del 24ºCongreso Mundial de la Asociación Mundial de Salud Sexual (WAS), durante el Congreso Mundial de Salud Sexual, celebrado en la Ciudad de México.